Holis

Soy de esas personas que no puede ver un perrito sin sonreír o sin decir “¡ay, qué bonito!” aunque esté a diez metros de distancia. Me encantan los perros, todos: grandes, chiquitos, peludos, con orejitas caídas o paradas. Siento que tienen una manera muy pura de querer, y eso me encanta. Si tengo un mal día, ver un lomito feliz corriendo me lo arregla. Me gusta cuidarlos, jugar con ellos y, si se puede, consentirlos con premios y caricias. La verdad, creo que los perros son una de las mejores cosas que hay en este mundo. Cuidar a un perro es una responsabilidad que me tomo con todo el corazón. Lo primero que hago es asegurarme de que siempre tenga agua fresca y comida adecuada para su edad y tamaño. Todos los días sacarlo a pasear, no solo para que haga sus necesidades, sino para que se ejercite, explore y sea feliz. También jugar con él, porque necesita estimulación, cariño y tiempo de calidad. Mi experiencia como cuidadora, He tenido la oportunidad de convivir con diferentes perritos, cada uno con su personalidad única. Aprendí a identificar sus necesidades, desde paseos tranquilos hasta juegos activos, y a generar confianza con paciencia y cariño. Vivo en un apartamento con una sala grande, cómoda para cualquier amiguito peludo ya sea grande o pequeño, muy cerca tengo varios parques para hacer sus necesidades y salir a jugar, ejercitarse y pasar un rato divertido.