Sobre Raquel
¡Hola! Me llamo Raquel y soy técnico en cuidados de enfermería, además orgullosa de ser mami de dos peluditas adorables: Anaïs, que con sus 14 años es la reina sabia de la casa, y Aquila, una pequeña llena de energía que llegó hace poquito a completar nuestra familia.
Mi amor por los animales es una parte fundamental de mi vida. Disfruto muchísimo de los paseos por el campo, y tengo la suerte de vivir en una zona de bosque preciosa, perfecta para que cualquier mascota respire aire puro, corra y explore con seguridad.
Estoy acostumbrada a cuidar con atención, paciencia y cariño, tanto por mi formación como por mi experiencia personal. Entiendo lo importante que es para ti dejar a tu peludo con alguien de confianza, y te aseguro que conmigo estará en buenas manos.
Cuento con vehículo propio, por lo que no tengo ningún inconveniente en desplazarme para recoger a tu compañero peludo o llevarlo a donde haga falta. Ya sea para un paseo, unas horas de compañía o cuidados más específicos, me adapto a sus necesidades (¡y a las tuyas!).
Durante la estancia de tu peludo, mi prioridad es que se sienta seguro, querido y en un entorno tranquilo, como si estuviera en su propia casa. Me adapto a su carácter y necesidades individuales, respetando siempre sus rutinas habituales (horarios de comida, paseos, descanso y juego).
Hago paseos diarios adaptados a su energía y edad, en zonas naturales donde pueda disfrutar del aire libre sin estrés. También dedico tiempo al juego, al cariño y al descanso, para que esté estimulado pero tranquilo
Si necesita medicación, cuidados especiales o tiene alguna indicación veterinaria, me encargo con total responsabilidad (mi formación en cuidados de enfermería me ayuda mucho en esto). Además, mantengo informada a la familia con fotos y mensajes, para que sepan que todo va bien.
Vivo en un pueblo rodeado de naturaleza, con acceso directo a la montaña, bosques frondosos y caminos interminables. Es un entorno ideal para que los perros paseen con tranquilidad, respiren aire puro y exploren sin el estrés del tráfico o el ruido urbano.
Las rutas son seguras, con espacio suficiente para caminar, correr o simplemente olfatear a gusto. Según la energía y edad del perro, adapto el tipo de paseo: desde caminatas más activas por senderos hasta paseos tranquilos por zonas llanas y sombreadas.