“Maya se ha sentido como en casa. En todo momento Rebeca ha sabido lo que necesitaba y darle los cuidados y mimos que demanda (que no son pocos). Nos ha dado una confianza enorme y sin duda repetiremos.
Mención especial a Kika y Bimba, que aunque no le hayan dado mucha cancha con los juegos, la han acogido como una más de la manada desde el primer momento que la vieron.”