Sobre Alba
Mi madre siempre cuenta que, desde antes de aprender a hablar, ya tenía claro mis gustos en la vida. Y el principal eran/son/serán los animales.
Siempre he sentido una gran curiosidad por ellos: observar su comportamiento, relacionarme con ellos, pasar tiempo con ellos y como no, darles todo lo que esté en mi mano para cuidarlos y darles la mejor de las vidas.
Daba igual lo que fuesen: gallinas, pájaros, conejos, patos, perros…
Hasta que, el perro de mi vida, Chispis, llegó a mí a la edad de 12 años, marcó un antes y un después, mi pasión por los animales traspasó los límites.
Gracias a él y a todo lo que me aportó durante esos 16 años de compañía que nos regaló, fui voluntaria en una protectora, me formé haciendo cursos de terapia asistida con animales, entrenamiento con clicker, hasta llegué a basarme en él para redactar un proyecto educativo acerca de todo los beneficios que pueden llegar a aportar y todo lo que deberíamos aprender de ellos…
Ya que a veces me preguntan:
Por qué inviertes tanto tiempo hablando del cuidado y la amabilidad para con los animales, cuando existe tanta crueldad hacia las personas?
A lo que yo respondo: porque estoy trabajando desde la raíz.
Y aquí estoy ahora, buscando siempre dedicar un poco de mi tiempo libre a lo que realmente me apasiona, que son los animales.
Actualmente vivo en un piso rodeado de zonas verdes, tranquila y con zona rural a 15 min caminando para pasear algo fuera del bullicio y el ritmo frenético de la ciudad.
Los paseos de las tardes procuro que sean largos, entretenidos y con mucho por oler para poder cansarlos con gusto!
Me crié rodeada de animales; y en cuanto mi círculo empezó de la misma manera, he procurado ayudar en: cuidados, tácticas, visitas a domicilio, paseos y alguna recuperación de cirugía. He sido voluntaria en la protectora, colaboro con una Asociación y estudiado TAA.
Actualmente vivo en un piso rodeado de zonas verdes, tranquila y con zona rural a 15 min caminando para pasear algo fuera del bullicio y el ritmo frenético de la ciudad.
Además también tengo la casa de mi pueblo a 8 min en coche donde, al menos, una tarde a la semana procuro llevar a mi perra a correr por la finca y dar paseos por el monte.
Los paseos de las tardes procuro que sean largos, entretenidos y con mucho por oler para poder cansarlos con gusto!