Confianza, cariño y cuidado para tu peludo. ¡Tu mejor amig@ en las mejores manos

"Soy Alba, tengo 24 años, soy animalista y vegetariana. Convivo con 2 perros y 7 gatos, así que sé lo que es amar y cuidar a los animales como familia. Si buscas a alguien de confianza para cuidar a tu peludo, estaré encantada de ayudar. ¡Como en casa, pero contigo!" Como cuidadora de perros, soy paciente, cariñosa y muy responsable. Al vivir con animales, entiendo que cada uno tiene su propia personalidad, necesidades y ritmos, por lo que siempre me adapto a ellos para que se sientan cómodos y seguros. Me encanta pasar tiempo con los perros, darles atención, jugar con ellos y asegurarme de que estén bien cuidados y felices. También soy muy atenta a su bienestar, observando su comportamiento para notar cualquier cambio y responder a sus necesidades. Para mí, los animales no son solo compañeros, son familia. Por eso, cuando cuido a un perro, lo trato con el mismo amor y dedicación que a los míos. Si buscas a alguien que cuide de tu peludo con responsabilidad y cariño, puedes confiar en mí. Toda mi vida he estado rodeada de animales. Soy animalista, vegetariana y convivo con dos perros y siete gatos, lo que me ha dado una gran experiencia en su cuidado, entendiendo sus necesidades, rutinas y comportamientos. Sé lo importante que es encontrar a alguien de confianza para cuidar a tu peludo, y conmigo tendrá atención, cariño y el mismo trato que si fuera parte de mi familia. Si buscas a alguien responsable y apasionada por los animales, estaré encantada de ayudarte." En casa, los peludos tienen varias zonas cómodas y seguras para descansar. Me aseguro de que cada uno tenga un espacio donde se sienta a gusto, dependiendo de su personalidad y necesidades. Hay camas mullidas y mantas en distintos rincones tranquilos, perfectos para aquellos que buscan un descanso relajado. Si prefieren dormir en un sitio más recogido, hay espacios acogedores donde pueden sentirse seguros. Para los que están acostumbrados a dormir en sofá, también tienen su rinconcito. Además, si están acostumbrados a su propia cama o manta, pueden traerla para que se sientan como en casa. Lo más importante es que duerman cómodos y tranquilos, con el mismo cuidado y amor que recibirían en su hogar.