“No tuve la fortuna de conocer personalmente a Silvia ya que no coincidimos en tiempo y horario, pero su madre que fue quien nos recibió, fue encantadora.. Muy atentas ambas en hacerme saber que la Ylla estaba bien en todo momento y muy agradecido por su excelente disposición a cuidármela con tan poco margen de tiempo. Literalmente me salvaron "in extremis". ¡GRACIAS!”